martes, 1 de diciembre de 2015

Para quien tiene miedos, todo son ruidos.




Si buscas resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo. AE

Hace 4 años 6 meses y 14 días, los niveles de indignación empezaron a rozar el punto de ebullición para luego alcanzar los 100 grados con el correr de los meses entre cargas policiales y leyes sacadas de la galera. 

Entre idas y venidas (Dublín-Sevilla-Londres), no voté, y decidí no quejarme tanto, porque creía no merecerlo, porque ya no estaba ahí, o porque nunca tuve energía de creer en los políticos habiéndoseme olvidado una deber y derecho que había heredado de la ROU. Pero con el tiempo cambió también esa percepción y sin tanta pataleta me quejé, porque todos merecemos empezar el cambio y el punto de ignición es siempre la queja, porque no era solo yo el que importaba y dejaba familia atrás a la que el impacto de estos últimos cuatro años todavía le escuece y porque me reconocí en ese deber/derecho de poder decidir, aunque sea yo una voz solamente, hacia donde nos lleva el camino. Pero sobre todo porque me pone de mala leche que la gente no les pise el freno a los de siempre...y en esa bolsa de pasotismo me incluí a mi también...hasta ahora.

A falta de 19 días para el día D, me gustaría llevarlos nuevamente a esas emociones que había en el aire por aquel 15 de mayo, al miedo de las clases, a la unión del pueblo, a los jóvenes interesados, que aunque dando muchas veces palos al agua al menos se mojaron un poco más por su futuro... Me gustaría recordarles también esa frase de Einstein (creo que fue el) que puse al principio. 

Yo no le hago campaña a ningún partido en particular, hago campaña al cambio.

#yovotoalcambio

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