lunes, 4 de julio de 2011

Espiral - Uno igual que antes y visceversa


Acabamos habitando un mundo inhumano, donde se suceden una tras otra las peores atrocidades vistas por el hombre, situaciones en donde incluso la imaginación más sádica no da crédito a lo que ve.

El fin nunca justificó los medios porque los medios se quedaron apalancados en la cabeza de quien los propuso. Y no solo somos dueños de las propias interpretaciones que hagamos sino también de lo que somos capaces para llegar a conseguirlas. Olvidamos nuestros orígenes y somos infieles a nuestra verdadera misión cuando creemos obrar locuazmente persiguiendo fines inauditos.

Volvemos la mirada, para hacer de cuenta que no sabemos nada. Preferimos la ignorancia y transitamos caminos donde el miedo y la duda recaen con fuerza en nuestras mentes en blanco. Hacemos la vista a un costado para evitar llorar una represión de la que cada uno es partícipe. Es más fácil vivir en la ignorancia que morir en la discordia sin preguntarnos porque. ¿Por qué se muere la gente de hambre? ¿Por qué se tortura? ¿Por qué nos callan? ¿Por qué dejamos de soñar? ¿Por qué los dueños del mundo son los verdugos de los que están por venir? Nos olvidamos de preguntar porque así lo quieren ellos y porque así es más fácil que no nos toque a nosotros. Preguntando se llega a Roma y quien manda no quiere que Roma esté a disposición de el hombre de a pie.

Desde comienzos de la historia el hombre ha sabido mantener el enfrentamiento entre clases. Miles de revoluciones han pasado de largo en la historia y nunca hemos podido tan solo asomarnos a la igualdad. Esta utopía soñada por algunos se ha visto derrocada con cada revolución tan pronto como ésta acabo con el antiguo régimen. Los poderosos han sido capaces de ver, pese a su opinión política, la teoría de Marx que exponía que a cada antitesis le precedía una tesis y posterior a estas dos encontrábamos una síntesis. El humano siempre ha sido conciente de esta cualidad suya para poder hacer de los demás algo manipulable. Nunca nos hemos dejado engañar tanto como en la actualidad. Antes al menos se sabía de antemano que el rey era de origen divino y que él elegía quien vivía y moría. Ahora un 90 por ciento de la población no se dio cuenta que ese mismo poder lo ejerce el capitalismo siendo incluso menos los beneficiados.

El mundo que dejó de ser tan radical, que terminó con los genocidios, las matanzas, las guerras, las pestes, las monarquías, los dioses, las dictaduras…

Ese que un día conocimos y que supimos que era tan cruel, que por fin pudimos destronar y que nos enorgullecimos del sentimiento, ese mundo no se diferencia tanto del que ahora tenemos delante.

Federico González 24/02/2008

2 comentarios:

  1. "Miles de revoluciones han pasado de largo en la historia y nunca hemos podido tan solo asomarnos a la igualdad. Esta utopía soñada por algunos se ha visto derrocada con cada revolución tan pronto como ésta acabo con el antiguo régimen."
    Simplemente.... me encanta. Te amo, aunque te lo diga poco

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  2. Nunca había visto este comentario. Gracias, vos me inspirás, no en esa frase digo no..., aunque las revoluciones del corazón también son igual de complejas. Es más, diría que hay algo intrínseco del corazón en cada revolución. Lo importante es que yo también te amo.

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